En España mandaba la tradición de los Reyes Magos y todos
los niños esperábamos con ilusión la llegada de los mismos y los muchos regalos
que nos traerían ya que siempre éramos niños buenos. Pero esos regalos de Reyes
eran un regalo envenenado, sí, envenenado, una auténtica putada para los niños,
un recochineo total.
Resulta que nos pasábamos todas las vacaciones esperando los
regalos y cuando por fin llegaban sólo teníamos un día para disfrutarlos porque
el 7 de enero había que volver al colegio. ¿No es eso una maldad absoluta? ¿No
es eso una crueldad terrible? Recuerdo la ilusión de abrir los paquetes y
descubrir los regalos... y recuerdo igualmente la angustia de pensar que al día
siguiente tendría que volver al colegio.
En otras partes del mundo donde era papá Noel quien traía
los regalos no había ese problema. A los pocos días de empezar las vacaciones
llegaban esos regalos y quedaban muchos días de vacaciones para disfrutar
jugando.
Cuando me hice mayor me prometí que cuando tuviese hijos no
los sometería a esa tortura, aunque por otra parte me gustaba la ilusión de esa
tradición de los Reyes Magos, más que la extranjera del papá Noel. Pero
afortunadamente di con la solución perfecta y así lo hice: le expliqué a mis
hijos que los Reyes Magos traían los regalos la noche del 5 de enero, pero que
eso les daba mucho trabajo y acababan exhaustos los pobres, así que ellos
agradecían que muchos les escribiesen la carta nada más empezar las vacaciones
escolares para que así ellos pudieran hacer una entrega express (en la noche
del 24 de diciembre) a esos niños madrugadores.
De esta forma (para alegría de mis hijos, para tranquilidad
de mi conciencia y para respeto a las tradiciones) escribíamos la carta a los
Reyes Magos a mediados de diciembre y eran ellos, los Reyes Magos, quienes nos traían los regalos el 24 de
diciembre. Era un win to win, ellos no se veían tan agobiados por tener que
hacer todo el trabajo en una sola noche, y mis hijos tenían muchos días de
vacaciones para jugar, que es lo que deben hacer los niños.
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