Como decía ayer, estaba recorriendo la casa museo de
Salvador Dalí en Port Lligat, cuando llamó mi atención un espejo circular que
ofrecía una imagen invertida. Mi mujer y yo nos colocamos frente al espejo e
hice la foto. Tal como suponía, el destello del flash quedó reflejado en el
espejo, pero allí en esa foto había algo más en lo que no había reparado. Como
la imagen estaba invertida, giré la cámara y amplié la imagen. En efecto, de mi
pecho salía un destello luminoso que era el flash de la cámara, pero que muy
bien podía ser mi propia alma con ganas de ser fotografiada, porque allí a los
dos lados habían aparecido dos figuras femeninas, vestidas de negro, que se
inclinaban sobre nosotros en plan protector. ¿Nuestros respectivos ángeles de
la guarda o dos visitantes del museo que aguardaban su turno para hacer una
foto a aquél espejo tal como estábamos haciendo nosotros? En cualquier caso su
vestimenta, su actitud, su colocación en la escena fotografiada se asemejan más
a la primera e insólita opción. Tú mismo puedes comprobarlo al mirar esta
foto...
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