miércoles, 18 de septiembre de 2013

Dalí, yo y... los ángeles

Mi peregrinaje por el mundo daliniano, recorriendo Port Lligat, Púbol y Figueras, se ha visto salpicado por algunas anécdotas surrealistas. La primera de ellas surgió al llegar a Port Lligat para visitar su casa museo. Aparqué el coche al otro lado del pequeño puerto y contemplé la singular figura de su casa al otro lado. Como el día era espléndido, con un infinito cielo azul y un sol radiante que avivaba todos los colores, decidí tomar una foto de tal panorámica. Mi sorpresa vino cuando contemplé la foto que había realizado, porque el cielo era azul –en efecto- pero allí había aparecido algo sobre la casa, algo en lo que no había reparado cuando hice la foto: dos pequeñas nubes a modo de bigotes dalinianos.
 Quizás era solo un guiño, una pequeña broma como anticipo para lo que vendría después: una foto de mi alma y dos ángeles guardianes. Pero esa historia la contaré mañana.

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