De todas las reflexiones que he recogido y comentado a lo
largo de estos últimos días en este blog, con relación al libro “El efecto
Simeone (la motivación como estrategia)”, de Diego Pablo Simeone, voy a
terminar con esta: “La clave para mejorar es dar espacio a la gente, darles
confianza, y no fiscalizarles”.
Esta frase, al igual que todas las demás, es aplicable en
nuestra vida personal y de relación con los demás, en el ámbito profesional,
etc. Si el jefe o directivo de una empresa quiere que sus empleados mejoren, lo
primero que debe hacer es darles confianza, marcarles unos parámetros de
actuación por donde ellos puedan moverse libremente, dejarles hacer y
desarrollar toda su iniciativa, y darles espacio, no presionarles ni
fiscalizarles para que trabajen sin sentirse vigilados.
Yo he tenido la suerte de trabajar muchos años con un
presidente que actuaba así, que confiaba en sus empleados y les dejaba hacer,
que les animaba a tomar iniciativas... Cuando una persona siente que se confía
en ella y se le da libertad, aumenta exponencialmente su rendimiento.
En fin, ¡quién nos lo iba a decir! ¡un simple exjugador de
fútbol y ahora entrenador de éxito ha sido capaz de dictar el más valioso
manual de motivación que jamás se haya conocido! Y lo mejor de todo es que
cuanto dice tiene credibilidad, primero porque a lo largo de toda su
trayectoria siempre ha predicado con el ejemplo y ha ido con la verdad por
delante, y segundo, porque al llevar a la práctica esa filosofía de la
motivación, los éxitos le han acompañado, es decir, esa estrategia de
motivación es auténtica y además ¡funciona!
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