Ayer decidí hacer un sacrificio y ofrecerlo por la paz
mundial. Para un hombre no hay mayor sacrificio que acompañar a su esposa o
novia cuando esta decide ir a comprarse algo de ropa. Eso de “comprarse” es un decir,
porque las probabilidades de que se compre aquello que decía que quería comprar
son una entre un millón; lo normal es que después de varias horas mirando se
vuelva a casa con otras cosas diferentes a las que tenía en mente antes de
salir.
Sin embargo, y como cosa excepcional, el sacrificio de
acompañarla tuvo esta vez recompensa ya que me permitió alimentar mi capacidad
de sorpresa al ver las maniquíes más feas del mundo. Las susodichas maniquíes
estaban en el escaparate de una de las tiendas de la cadena C&A y desde
luego que llamaron mi atención. ¡Cómo serían de feas que les habían tapado la
cabeza con un cubo! Por si no os lo creéis, aquí adjunto la foto.
2 comentarios:
¡Si no lo veo, no lo creo! Voy a pasar pronto por la sucursal que tengo cerca de casa, a ver si han hecho lo mismo. Lo del sacrificio de acompañar a compras es muy cierto; yo creo que en las compras solo disfruta la persona interesada, y a veces ni ella.
MC
La foto está tomada esta semana en el C&A de La Vaguada (Madrid); lo que no sé es si ese "diseño" lo han aplicado también a los escaparates de otras tiendas de su cadena.
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