Hasta
ahora hemos hablado de que no existe el tiempo, pero nos faltaba una
demostración real de tal afirmación, y he recordado que existe una demostración
real tras leer estas palabras: “En la vida física existe un intervalo entre la
concepción de una idea y su realización física”. Ha sido, tras leer esto, que
he recordado algo que narró Sigmund Froid en su libro “La interpretación de los
sueños”.
Relata
en su libro un sueño que le contó un paciente. La acción se desarrollaba
durante la Revolución francesa. En ese ambiente vivía un montón de peripecias,
pero al final lo apresaban y lo condenaban a la guillotina. Caminaba hacia el
patíbulo, se arrodillaba ante la guillotina, ponía su cabeza bajo el filo,
descendía la cuchilla, sentía el corte frío del metal seccionándole el cuello…
y despertó. Pero ¿por qué despertó? Abrió los ojos y comprobó cómo se había
desprendido de un adorno que tenía en la pared una varilla de metal la cual le
había golpeado justo en el cuello.
En
el mismo instante en que esa varilla de metal golpeó su cuello tuvo lugar todo
el sueño, una larga historia en el cual habían pasado tantas cosas que llevaría
muchas páginas poder relatar, pero el final de esa historia coincidía exactamente
con el momento en que la varilla golpeó su cuello.
En
otras palabras: Una varilla se desprende de un adorno en la pared, golpea tu
cuello y te hace despertar. En esa misma fracción de segundo en que te
despiertas, tu ser interno es capaz de construir una larga historia que culmina
en ese momento; algo así como empezar a construir la historia desde el final
hacia el principio. Como en el mundo de los sueños no existe el tiempo, es
posible hacerlo y por eso ambos finales (la caída de la varilla y la caída de
la guillotina) pueden coincidir.
De
otra forma ¿cómo explicar que una larga historia vivida en sueños vaya a
adivinar en qué momento de la noche se desprende una varilla de un adorno para
caer exactamente en el cuello de la persona que está soñando y que coincida con
el momento en que cae la hoja de la guillotina y no en cualquier otro momento
de la historia. Si se aplicase el razonamiento de que sí existe el tiempo, esa
varilla habría caído y despertado a esa persona en cualquier momento de esa
larga historia, y no justamente en el momento coincidente con la caída de la
guillotina. Aplicando el razonamiento de que sí existe el tiempo, esa
coincidencia sería tan asombrosa que sinceramente resulta increíble.
Eso que tú llamas “casualidades” o “curiosas coincidencias” son otra cosa muy distinta…
“No son coincidencias”: https://amzn.to/2OCmSsO
Eso que tú llamas “casualidades” o “curiosas coincidencias” son otra cosa muy distinta…
“No son coincidencias”: https://amzn.to/2OCmSsO
No hay comentarios:
Publicar un comentario