Los pájaros y cualquier otro animal dedican un montón de
horas al día para arreglarse y lustrarse las plumas o el pelo; por el contrario
cuando están enfermos dejan de hacerlo, siendo por tanto muy fácil distinguir
cuando uno de estos animales está sano o enfermo. El ser humano, en cambio, es
capaz de descuidar su cuerpo aun estando sano, si bien esa falta de atención
acaba acarreando problemas de salud.
Debes considerar tu cuerpo como el templo de tu alma y
dedicarle toda la atención que merece. La higiene y el cuidado diario son
imprescindibles no solo para mantener un cuerpo sano sino también para mantener
en buen estado de salud aquello que temporalmente tienen alojado: el alma.
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