miércoles, 20 de febrero de 2013

Lo que quiero, como quiero y cuando quiero


Así, tal como lo habéis leído en el titular de este post. Esta es la ventaja de un escritor jubilado: puede escribir lo que quiera, como quiera y cuando quiera. No tiene que rendir cuentas a nadie, no tiene que seguir ninguna línea editorial, no tiene que ser políticamente correcto, no tiene que es escribir por encargo, no tiene por qué decir lo que no quiere, no tiene que hablar por los demás, no tiene que cumplir horarios, no tiene que seguir ninguna pauta de publicación... es en definitiva, completamente libre.

Desde este blog, “Palabras inefables” (el que sea capaz de definirme, que se atreva a hacerlo), seguiré escribiendo lo que quiera, como quiera y cuando quiera. Habrá muchos a los que les hará gracia o les sorprenderá lo que escriba, habrá alguno que hasta se muestre interesado, y habrá otros que rápidamente harán clic para cambiar de página. Me da exactamente igual. Soy como esos cantautores que componen las canciones que a ellos les gustan, aun a sabiendas que nunca serán éxitos comerciales. Tengo la libertad de forjar mi propio camino.

2 comentarios:

Rapunzel dijo...

Definición: Simplemente diferente...

Vicente Fisac dijo...

Gracias. Y usted que lo vea (y lo disfrute).