domingo, 3 de febrero de 2013

"El vuelo" tiene un fallo


La película “El vuelo” por la que Denzel Washington opta al Oscar al mejor actor, tiene un fallo garrafal, y no me refiero al fallo del avión siniestrado. Vaya por delante, no obstante, que la película es buena y la interpretación excelente, que las 2 horas y 18 minutos que dura la película se pasan volando (lo cual no deja de ser un contrasentido puesto que el avión se estrella enseguida), pero todo eso no quita para percatarse de un fallo tremendo que quita credibilidad a la película.

Tras el accidente se ve al protagonista en el hospital. La cámara le enfoca la cara y se ve su ojo derecho ensangrentado a causa de los múltiples golpes sufridos en el accidente. Afortunadamente no tiene nada roto y le dan el alta a los dos o tres días. Entonces, nada más salir del hospital, a los tres días como mucho de haber ocurrido el accidente, la cámara le enfoca la cara y ¡oh sorpresa! ¡todos los derrames que tenía en el ojo derecho han desaparecido como por arte de magia! De todos es sabido que una simple venita que se rompa en un ojo nos deja una mancha de sangre que tarda semanas en reabsorberse. Sin embargo, en el caso de Denzel Washington, toda la sangre que tenía en ese ojo se reabsorbió en tan solo un par de días. Supongo que ahora todos los oftalmólogos del mundo estarán preguntándose qué maravilloso médicamente le han dado para que se produzca tan instantánea reabsorción del derrame ocular.

Es cierto que Denzel se ha hecho merecedor al Oscar por esta interpretación, pero el script (o la script) de esta película, es decir, la persona responsable de que no se produzcan este tipo de anacronismos en una película, debería ser candidata o candidato por dicho motivo a los anti-oscar que cada año se celebran para premiar lo peor del año.

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