Se llamaba Sancho de nombre de pila, aunque para abreviar le
llamaban San. Como su primer apellido era Valentín, todos le conocían como San
Valentín y hasta se creían que era santo. Tenía un amigo que estaba federado en
la Federación de Tiro con Arco y se pasaba todo el día emulando a Guillermo
Tell pero él prefería el sobrenombre de Cupido ya que Cupido tenía alas y él se llamaba en realidad Ángel. La mayor obsesión de Ángel, o sea de Cupido, no era quedar
campeón de España de tiro con arco sino conseguir que Valentín aprendiese el
tiro con arco, pero a Sancho, o sea a San, o sea a Valentín, le deban miedo las
armas y mucho menos disparar en lugares donde hubiera personas. Por eso, y tras
las insistencias de Cupido, San Valentín se fue a practicar el tiro con arco a
una huerta. Disparó las flechas de su amigo Cupido (envenenadas de amor) en
plan Karina, o sea, sin ton ni son, y claro, así fue la cosa, las flechas
fueron acribillando al azar a todo lo que se le ponía por medio. Fruto de ello
nació el amor entre una zanahoria y una naranja y fruto de ello nació lo que
veis en la fotografía. Al principio quedó asustado, pero luego, cuando les dio
un mordisco comprobó que estaba bueno y le llamó "multizumo". Entonces volvió a coger el arco y disparó
contra todo tipo de frutas y verduras... y desde entonces se venera a San
Valentín (que ni es santo ni tiene buena puntería) como el patrón de los zumos multifrutas. Así
que hoy, como es el día en que conmemoramos estos acontecimientos os deseo un “Feliz
Día de San Valentín” mientras levanto mi copa de zumo y brindo con vosotros. ¡Venga!
¡Ahora toca que os deis un besito!
1 comentario:
Me acabo de enterar: San Valentín casaba en Roma a los soldados que lo deseaban, en contra de la voluntad del emperador, que prefería que no tuvieran familia, porque así rendían más. Por eso fue condenado a muerte.
MC
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