martes, 30 de noviembre de 2010

A cada lado de la mesa

¿Se puede estar al mismo tiempo en los dos lados de la mesa? En un lado están los periodistas que escriben para un medio de comunicación. En el otro, aquellos que escriben notas de prensa de sus compañías y las envían a los medios esperando que sean publicadas. ¿Pueden los profesionales de la comunicación de una compañía ser editores de un medio de comunicación de interés general?

Hasta ahora cada uno ha tenido su sitio. Por parte de las grandes compañías, sus departamentos de Comunicación siguen creciendo cada día, pero no sólo en número, sino también –afortunadamente- en cualificación profesional, contratando para ello a periodistas. Junto a ellos, la inestimable colaboración de los gabinetes externos de comunicación, formados también mayoritariamente por periodistas. Desde este lado de la mesa se envía a los medios de comunicación toda la información relevante de la compañía y se atienden las peticiones de información, declaraciones, opiniones, entrevistas, etc., que los medios de comunicación formulan.

Se trata de una comunicación entre profesionales, cada uno a un lado de la mesa y con sus respectivos intereses. Los de la compañía, buscando que las noticias positivas de dicha compañía se publiquen en los medios de comunicación. Los medios de comunicación buscando captar el interés del lector para conseguir la mayor audiencia posible.

Por parte de los medios de comunicación, nos encontramos con periodistas que buscan proactivamente informaciones de interés y que reciben diariamente multitud de informaciones provenientes de compañías comerciales. Entre sus diferentes fuentes figuran (o deberían figurar siempre) los responsables directos de cada información. En el caso de informaciones sobre compañías comerciales, siempre se debería contar con los portavoces cualificados de las mismas. Otra cosa es que el periodista consulte también otras fuentes ajenas cualificadas y contraste las diferentes informaciones recibidas.

Dejar atrás los recelos
La prensa técnica y especializada suele dar cabida en sus páginas a muchas informaciones sobre las compañías comerciales del sector sobre el que habla; algo lógico si tenemos en cuenta que los lectores de esa publicación serán mayoritariamente profesionales que desarrollan su labor en ese ámbito y por consiguiente están interesados en todo cuanto suceda de interés en dicho sector. Además, los periodistas de prensa especializada suelen tener un profundo conocimiento del sector sobre el que escriben y saben desarrollar apropiadamente los contenidos.

A la prensa técnica no le duelen prendas a la hora de citar nombres de compañías y marcas comerciales de productos, fundamentalmente porque sus lectores desean conocer esa información.

Sin embargo en la prensa general se suele confundir la imparcialidad con la censura de cualquier nombre comercial. Así nos encontramos que en la mayor parte de las noticias que publican los medios generales sobre productos o compañías (esto está acentuado especialmente en algunos sectores como, por ejemplo, el de los laboratorios farmacéuticos) se da la información pero no se cita ni el nombre de la compañía ni el nombre del producto... salvo que la noticia sea negativa; en cuyo caso sí que se dan todo tipo de detalles.

La imparcialidad real consiste en dar toda la información relevante (y entre ella está la de conocer de qué compañía o producto se trata) y en recoger, en todo caso, distintas opiniones (entre las cuales deben estar siempre las de los interesados y las de los máximos implicados en el asunto).

Difícil asunto este de la imparcialidad...

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