Hace apenas unos días he leído una nota de prensa emitida por un laboratorio farmacéutico internacional en la que anuncian el despido de 6.300 empleados en todo el mundo, lo que representa el 6% de su plantilla global.
En unos momentos de crisis como los que padecemos no resulta nada extraño, pero la sorpresa mayor llega cuando uno se da cuenta del enfoque que hace en su nota de prensa sobre este hecho: hablan de “excelencia profesional” o sea, que despedir a los empleados es una muestra de “excelencia profesional”. Qué queréis que os diga...
Continúan diciendo que esta medida va a “incrementar la eficiencia y mejorar la productividad”, o sea, que los que queden en la empresa van a trabajar por ellos mismos, por los despedidos y por el incremento adicional que esperan de ellos. Pues si que…
Y ya en el colmo del asombro, se puede leer que esperan “un crecimiento claramente por encima del mercado” (o sea, que las ventas no iban tan mal) y que con esta medida van a tener “un aumento de dos dígitos del beneficio por acción” (queda claro cuál es su único interés).
Pero eso sí, “no escatimaremos esfuerzos para encontrar soluciones socialmente responsables para los empleados afectados”.
¿Hay un ejemplo mayor caradura?
PD.- Me he tenido que contener para no poner una larga retahíla de adjetivos calificativos....
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