jueves, 11 de noviembre de 2010

Un soplo de aire fresco

Para un momento y contempla cómo ha sido tu día: prisas, tensión, trabajo, espera, discusión, desencanto, risas, retraso, apreturas, susto, sorpresa, aburrimiento, enfado, caricia, desorden, reposo, café, sonido, recuerdo, informe, propuestas, e-mails, urgencia... y así podría seguir escribiendo momentos y sensaciones hasta abarcar las 24 horas del día. Y así un día tras otro. Por eso no es de extrañar esa cara de felicidad que todos ponemos cuando un buen día salimos a la calle en un día espléndido y tomamos una profunda bocanada de aire fresco que nos oxigena y relaja. Pues eso, precisamente esa bocanada de aire fresco es la que puedes tomar tú cada día si dedicas 10 segundos a leer un poema como estos que de vez en cuando incluyo en mi blog.

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