sábado, 20 de noviembre de 2010

Nada es lo que parece: viajando en el tiempo con el cronovisor

En los años 50 un equipo de 12 físicos del Vaticano, liderados por un padre benedictino de nombre Alfredo Pellegrino Ernetti, inventó –según parece- una máquina capaz de fotografiar el pasado. De esta forma –y según dijo y mantuvo hasta el momento de su muerte- pudieron tomar fotografías de las tablas de los diez mandamientos, de Jesús en la cruz, de Napoleón...

Cuando esto comienza a trascender a la opinión pública, mantiene una reunión con el papa Pío XII. El papa queda impresionado por este invento pero le exige al padre Ernetti que dicho invento no puede ser dado a conocer por el enorme riesgo que supone (“se podrá saber por medio de la máquina lo que el vecino y el adversario piensa y las consecuencias serían dos: o la autodestrucción de la humanidad, o una cosa más difícil: el nacimiento de una nueva moral. Por eso estos aparatos no pueden quedar en manos de todo el mundo sino bajo el control de la autoridad.... Puede cortar la conciencia de libertad del hombre, ya que con este aparato se podrá conocer qué has estado haciendo esta mañana, dónde, cuándo, cómo...”, explicó). Y en consecuencia no sólo le obligan a guardar silencio sino que le quitan la máquina, las fotografías, los planos, absolutamente todo.

A simple vista, este invento parece increíble, aunque el inventor era un prestigioso científico religioso, que trabajaba en el laboratorio de física de la Universidad de Milán, que nunca negó la realidad de dicho descubrimiento, que mantuvo su promesa de silencio hasta el final y que no fue apartado del sacerdocio sino que siguió ejerciendo hasta el final con la confianza de la Santa Sede.

Sin embargo lo más increíble de esta historia, y en lo que no ha reparado mucha gente, es esto: si dicho invento es imposible que exista o que -de existir- funcione ¿por qué obligar a su inventor a guardar silencio y por qué expropiarle todo el material? Es cierto que un invento así sería muy peligroso en manos inadecuadas, pero si estamos de acuerdo en que ese es un invento imposible ¿por qué le obligan a callar? ¿por qué se siguen negando desde el Vaticano a guardar absoluto silencio sobre este tema? ¿Por qué tanto empeño en ocultar una tontería de tal calibre? ¿No sería más fácil enseñar la máquina y los planos para que todo el mundo viese que era un fiasco, algo que no funcionaba?

Si quieres más información, puedes ver este video (copia y pega este link):
http://www.youtube.com/watch?v=kNR9MSXlc30

No hay comentarios: