Los ministros de Trabajo de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) han acordado que la jornada laboral pueda superar las 48 horas semanales actuales hasta llegar a las 65 horas semanales.
Los muy cínicos dicen que la medida "ofrece protección para los trabajadores” (me imagino que la protección es contra la posibilidad de que podamos tener vida privada. En efecto la vida privada ofrece la posibilidad de pensar y eso es un delito; lo que hace falta en un país no son “personas” sino “mansos borregos” guiados por el iluminado gobernante de turno).
Los muy cínicos dicen que para garantizar que los trabajadores acepten voluntariamente (y no forzados por temor al despido) el alargamiento de la jornada, tendrán que firmar junto con el empresario un documento de aceptación. O sea, queda claro que si no firmas ese documento te irás en breve a la p. calle.
Ahora la buena noticia (al menos, de momento). España ha sido uno de los pocos países (junto con Grecia, Hungría y Malta) que no ha aceptado esta medida que, además, es de voluntaria aceptación por cada país. En cualquier caso, el Parlamento Europeo tiene ahora que convalidar esta medida en el segundo semestre del año.
Señores y señoras del Gobierno, Sindicatos… aquí sí que tienen una buena oportunidad de trabajar en favor de los ciudadanos impidiendo que a través de cualquier artimaña los empresarios puedan implantar esta medida.
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