La actual huelga del transporte (como cualquier otra huelga) es una huelga de cobardes. Son unos cobardes porque no tienen c... para enfrentarse a quienes tienen la capacidad de cambiar las cosas. En vez de eso, se dedican a perjudicar a los ciudadanos que no tienen ninguna culpa de sus problemas ni pueden enfrentarse a ellos de manera organizada.Si tuviesen valor, inteligencia y honradez, actuarían de otra forma, por ejemplo (y aquí va una idea) organizando una huelga selectiva. Que ¿cómo se organiza? Pues muy sencillo:
1.- Se hacen todos los intentos posibles de negociación para que se atiendan sus justas reivindicaciones, sabiendo que ambas partes han de ceder. Si no se consigue, se pasa a los puntos siguientes.
2.- Se hace una lista de las dos, tres o diez personas que, como mucho, tienen el poder necesario para que se atiendan las peticiones reclamadas.
3.- Se averiguan sus domicilios particulares, lugares de trabajo, direcciones de e-mail, sitios a los que más les guste acudir, etc.
4.- Se bloquean los accesos a esos sitios (tratando de que afecten al menor número posible de personas), se tira basura en la puerta de su casa, se les impide que accedan a su correo, se les impide acudir a sus distracciones o lugares preferidos, etc.
En definitiva, todos los padecimientos que se inflingen a ciudadanos que no tienen culpa de nada, que los padezcan única y exclusivamente esas pocas personas que tienen en su mano cambiar la situación. Esto sí es de valientes, lo otro -lo de ahora- es de cobardes. Esto sí les movería a cambiar las cosas. Lo otro –lo de ahora- les trae sin cuidado (salvo que haya elecciones a la vuelta de la esquina).
2 comentarios:
Esto no es una huelga, éso para empezar, es un cierre patronal... de un sector con bastante mala fama, además... y que solo ha concitado al 23% de los transportistas. El 77% restante, está paralizado por las presiones piqueteras de los "mafiosos" que no saben respetar el derecho de los demás.
Si no fuera por el drama que vivimos cada día, sería como para troncharse del concepto liberal de los patronos. El Estado que no intervenga cuando estoy forrándome... que me subvencione cuando las vacas son flacas...
Mierda...
Sigo ensimismado en el sentido de unas palabras tras otras que buscan la transmisión de un pensamiento cuando menos cercano a la realidad.
Un cadáver en el asfalto, no le preguntes a sus dos hijos, ni a la viuda, si era mandado por el patrón o autónomo. Un tensión, una mala decisión, dos familias destrozadas.
La GRAN RAZON de la sin razón, tristeza que invade cualquier argumento superfluo...
Desde este lugar recóndito de Internet un sentimiento y un silencio cargado de solidaridad con dos familias víctimas de la fatalidad de un instante.
Desde el sur un siempre admirador de ustedes.
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