Hay muchas formas de contar las noticias o de dar
simplemente informaciones u opiniones sobre temas de interés o actualidad. De
todas esas formas yo me quedo con una: la que apuesta por la imaginación, por
la creatividad, por la capacidad de sorpresa… sin perder por ello ni un ápice
de rigor informativo.
Realmente yo no estudié Periodismo (aunque la mayor parte
de mi trayectoria profesional la desarrollé como periodista) sino Publicidad.
Fue allí, en la publicidad donde descubrí cómo captar la atención del lector,
cómo despertar su sorpresa y su interés, y cómo exponer lo que quería contarle
de una manera sencilla, clara y concisa, pero a la vez atractiva.
Muchos ingredientes –como puedes comprobar- para elaborar
por fin un artículo periodístico; pero las habilidades adquiridas durante mi
formación publicitaria y primeros años de trayectoria profesional en este
terreno, me dieron la capacidad de hacer un periodismo diferente cuanto
finalmente me dediqué a ello. Y fueron muchos años ejerciendo como periodista,
primero en el sector agroquímico, después en el mundo de los laboratorios
farmacéuticos y finalmente en el ámbito de la política sanitaria.
Debo reconocer que fui muy afortunado porque siempre tuve
la oportunidad de escribir como yo quería, con libertad dentro de unos límites
razonables (ya que era un asalariado), pero cuando me llegó la hora de la
jubilación, descubrí el enorme placer de escribir sin tener que rendir cuentas
a nadie… y esto es algo que ningún periodista que esté en activo puede hacer
puesto que todos se deben a un jefe, a una empresa, a unos anunciantes y/o a
unos intereses políticos o económicos de los que dependen.
En periodismo enseñan que un buen artículo debe dar
respuesta al “qué, quién, cómo, dónde, cuándo y por qué” pero ¿de qué sirve
todo eso si lo que escribes no tiene alma, si no eres capaz de captar al lector
y de retenerlo en la lectura? Si no hay alma, si no hay emoción, si no hay
sorpresa, si no hay interés… el lector pasará de largo o simplemente lo
olvidará al instante.
Se enseña igualmente que todo artículo debe comenzar por
un pequeño resumen que ponga al lector en contexto. ¿Sabéis qué pasa con esto?
Que la mayoría de los lectores sólo lee ese pequeño resumen y da por hecho que
conoce toda la historia la cual va contando luego a su aire, es decir,
extendiéndola por la sociedad cada vez más alejada de la realidad.
Y también enseñan algunos “expertos” que el titular debe
ser un resumen de la noticia que se va a contar. ¿Sabéis qué? Pues más de lo
mismo: la mayoría de los lectores se queda sólo en el titular y con eso cree
conocer todo.
¿Es esa la mejor forma de informar? Yo creo que no. Para
transmitir una información hay que conseguir que esta llegue de forma completa
y entendible al destinatario, y que su exposición sea capaz de despertar su
emoción para que forme parte de sus vivencias y así pueda recordarlas y
compartirlas con sus semejantes. Esto no se consigue con textos académicos,
perfectos, pero carentes de chispa, de intriga, de algo especial que los haga
diferentes. Como yo mismo he podido comprobar, lo que se aprende en Publicidad
es aplicable al buen Periodismo y de esa unión surgen las historias con las que
todos disfrutamos y queremos después compartir.
En este libro he seleccionado 120 artículos escritos a lo
largo de mi vida, aunque la mayoría de ellos se corresponden con estos últimos
años (de ahí que la actualidad esté presente en casi todos ellos), cuando ya
jubilado he podido escribir lo que quería y como quería. Seguramente esa
libertad auténtica ha sido un ingrediente extra para conseguir que ahora puedas
disfrutar, informarte y entretenerte con unas “lecturas diferentes”.
Los artículos están agrupados en cinco grupos temáticos:
Periodismo y Comunicación
Ciencia y Tecnología
Medicina y Salud
Sociedad y Cultura
Política
Ciencia Ficción
Al haber desarrollado mi trayectoria profesional en el
ámbito de la divulgación de salud es lógico que los aspectos relacionados con
la comunicación y el periodismo, la ciencia, la investigación, la salud, etc.
ocupen un lugar destacado; pero como ciudadano que no puede ser ajeno a cuanto
sucede a su alrededor, también he abordado temas de interés social y humano.
De lo que no cabe duda es que cada una de las piezas
(artículos) que componen este libro, lleva el gen de la originalidad, de una
forma diferente de hacer periodismo, que no digo yo que sea mejor ni peor, sino
sólo y simplemente atractiva y sorprendente.
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Ciencia y Tecnología
Medicina y Salud
Sociedad y Cultura
Política
Ciencia Ficción
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