Al llegar al poder, los dirigentes del PP se han encontrado la economía española mucho peor de lo que le habían dicho los del anterior desGobierno. Ante tamaño desaguisado se han puesto a trabajar a marchas forzadas para intentar que España salga de la crisis y no han tardado en preparar una serie de medidas importantes, quizás poco populares, pero la mayor parte de ellas necesarias. Sin embargo, a la vista de esas medidas, no queda más remedio que darles un suspenso en Psicología.
Está muy bien eso de subir (aunque sólo sea un 1%) las pensiones; marcar un crecimiento cero para la contratación de nuevos funcionarios (salvo para los cuerpos sanitarios y de seguridad); gravar más el impuesto de la renta para las rentas más altas; etc. Sin embargo, un pequeño suspenso viene a la hora de anunciar la congelación de los sueldos de los funcionarios (cuando ya el anterior desGobierno acababa de rebajarles el sueldo), pero no por ese hecho en sí, sino por su universalidad. Señores y Señoras del PP: no es lo mismo paralizarle el sueldo a un funcionario que gana 25.000 euros al año que paralizárselo a uno que gana 50.000. Y el suspenso mayor viene cuando anuncian que el salario mínimo interprofesional (estamos hablando de 640 euros mensuales) también se congela.
Para aprobar en Psicología tendrían que haber anunciado, por ejemplo, una subida del salario mínimo del 1% como en las pensiones (estamos hablando de la ridiculez de aumentarlos en 6 euros y cuarenta céntimos al mes); haber subido un 1% los sueldos más bajos de los funcionarios, congelado los medios y rebajado los más altos; y tendrían –sobre todo- que haber predicado con el ejemplo y haber anunciado que todos los congresistas, senadores y miembros del Gobierno verían rebajado también su sueldo. De haber hecho esto, la mayoría de los españoles –independientemente de la tendencia política o la no tendencia política de cada uno- hubiéramos aplaudido todas las medidas y nos hubiéramos sentido más comprometidos con la tarea de levantar la economía del país.
Pero ya se sabe, oportunidad tuvieron cuando los diputados de Unión Progreso y Democracia (UpyD) plantearon una rebaja del sueldo de los políticos: tanto socialistas como populares votaron en contra. ¿Cómo vamos no digo yo a quererlos sino simplemente a respetarlos?
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