Si vas a un banco, verás una mesa vacía (antes había cuatro empleados y ahora solo tres); si vas a una tienda verás dos dependientes (antes había tres); si vas a un supermercado verás varias cajas cerradas sin cajeras (antes estaban todas abiertas y funcionando); si vas a una oficina comercial verás sitios vacíos (antes estaban llenos). Pero hay algunos lugares donde no se ve ningún sitio vacío, todos están ocupados, hay un pleno empleo permanente: el congreso de diputados, el senado, las salas de pleno de los ayuntamientos...
Los políticos (junto con los enterradores) son los únicos españoles para quienes no existe el paro. Ojalá los políticos diesen ejemplo y redujesen el número de escaños en todos los órganos de Gobierno. Si en todas partes hay paro y sillones vacíos ¿por qué no puede haberlos también en los organismos públicos? ¿Habrá algún Ayuntamiento, aunque sea de un pueblo pequeño, capaz de decir: “A partir de ahora reduciremos un 10 por ciento el número de concejales, por lo menos hasta que el 90 por ciento de nuestros ciudadanos tenga trabajo”?
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