sábado, 6 de noviembre de 2010

Soy un delincuente reincidente

Esto de delinquir tiene su morbo y crea un poquito de adicción. Ayer mismo volví a cometer otros cuatro delitos, con algo tan sencillo como sacar de paseo a mi nieto perruno.

Veamos los hechos:
1.- Salí a la calle con mi MP4 puesto, escuchando unas canciones bajadas ilegalmente de Internet. Primer delito.
2.- En mitad del parque, solté a mi perro para que corriese un poco. Es un perrito faldero que no muerde ni a una mosca, así que no había ningún peligro... salvo de multa porque según la ordenanza municipal está prohibido llevarlos sueltos antes de las 19 horas.
3.- Me senté a descansar un rato y comer un sandwich. Se me acercaron unas palomas y me dieron pena (esto no exime de culpa) y les dí unas migas. Está prohibido igualmente dar de comer a las palomas.
4.- Se me hacía un poco tarde y volví en línea recta para atajar, lo que significa pisar un trozo de césped. Un nuevo delito.

Total, que en un paseíto de nada con el perro cometí 4 infracciones que me pudieron costar otras tantas multas... sólo que esta vez no les han servido a nuestros gobernantes para recaudar más; así que se resentirá el presupuesto de sus coches oficiales, comidas en restaurantes de lujo, viajes y alojamientos en hoteles de primera clase, etc.

PD.- Aunque los hechos aquí relatados guardan un gran parecido con la vida real, certifico que han sido inventados para ilustrar este concepto. Por tanto lo anterior no es una confesión de delito y no podrá ser utilizada en contra mía para recaudar más.

2 comentarios:

Angel dijo...

Espero que al menos seas tú el autor del texto... Porque si no a todo ello habría que sumar la multa por derechos de autor sin citar la fuente...

Palabras inefables dijo...

ja, ja, ja, ¡menos mal que sí soy yo el autor! Además ya sabemos cómo se las gastan esos de la SGAE