Hace unas cuantas semanas comencé a escribir una columna de opinión –ya lo había hecho otras veces- en el diario digital PR Salud. Lo hacía de forma gratuita, a título personal (en base a mi experiencia de más de 30 años en el sector) y porque entiendo que cualquier persona tiene derecho a expresar sus opiniones particulares independientemente de la empresa u organización en la que trabaje. Y comencé –además- sin consultar con mis patronos, puesto que no iba a escribir en su nombre sino en el mío propio como ciudadano y comunicador.
Se trataba de reflexiones personales –siempre correctas- sobre los más variados aspectos del mundo sanitario y de la comunicación en general. Ahora bien, cuál fue mi sorpresa (y decepción) al ver que un artículo (*) que no gustaba a ciertas personas (¿se darían por aludidas?) desembocaba en “amenazas económicas” pero no contra mí, sino contra mis patronos, los cuales no tenían culpa de nada (ya que yo ni les había pedido permiso previo para opinar como un ser humano, libre e independiente, ni escribía en su nombre). Ante esa situación, y de nuevo por iniciativa propia, envié un último artículo de opinión personal expresando que dejaba esa columna “de expresión de libertad” ya que no quería que mis opiniones personales perjudicasen a un tercero ajeno a todo esto.
Sin embargo, mis patronos han dado un nuevo ejemplo de respeto y libertad. En la última reunión de su comité directivo trataron este asunto y ratificaron que no se debe coartar la libertad de expresión que cualquier ciudadano a nivel individual quiera tener, dejando claro que por su parte tengo “total libertad” para verter mis “opiniones personales en los medios de comunicación que considere oportuno”.
Así, pues, voy a seguir defendiendo la transparencia informativa, el diálogo permanente, entre las empresas y organizaciones y los medios de comunicación. Pediré imparcialidad y que no se mezclen “opinión” e “información”. Y pediré independencia, para que todos puedan escribir según el dictado de sus conciencias y no el de sus cuentas corrientes.
Estas opiniones sólo van a quedar reflejadas en este blog personal (en los demás medios escribiré en representación de mi cargo, no a título personal como aquí), por lo que aquél que esté interesado en conocer estas opiniones personales y libres puede acudir aquí. Será bien recibido en señal de respeto y libertad.
Vicente Fisac
Número 1.873 (**)
(*) Este es el artículo que molestó a algunos. ¿Serían mudos?: http://palabrasinefables.blogspot.com/2008/03/premio-harpo.html
Se trataba de reflexiones personales –siempre correctas- sobre los más variados aspectos del mundo sanitario y de la comunicación en general. Ahora bien, cuál fue mi sorpresa (y decepción) al ver que un artículo (*) que no gustaba a ciertas personas (¿se darían por aludidas?) desembocaba en “amenazas económicas” pero no contra mí, sino contra mis patronos, los cuales no tenían culpa de nada (ya que yo ni les había pedido permiso previo para opinar como un ser humano, libre e independiente, ni escribía en su nombre). Ante esa situación, y de nuevo por iniciativa propia, envié un último artículo de opinión personal expresando que dejaba esa columna “de expresión de libertad” ya que no quería que mis opiniones personales perjudicasen a un tercero ajeno a todo esto.
Sin embargo, mis patronos han dado un nuevo ejemplo de respeto y libertad. En la última reunión de su comité directivo trataron este asunto y ratificaron que no se debe coartar la libertad de expresión que cualquier ciudadano a nivel individual quiera tener, dejando claro que por su parte tengo “total libertad” para verter mis “opiniones personales en los medios de comunicación que considere oportuno”.
Así, pues, voy a seguir defendiendo la transparencia informativa, el diálogo permanente, entre las empresas y organizaciones y los medios de comunicación. Pediré imparcialidad y que no se mezclen “opinión” e “información”. Y pediré independencia, para que todos puedan escribir según el dictado de sus conciencias y no el de sus cuentas corrientes.
Estas opiniones sólo van a quedar reflejadas en este blog personal (en los demás medios escribiré en representación de mi cargo, no a título personal como aquí), por lo que aquél que esté interesado en conocer estas opiniones personales y libres puede acudir aquí. Será bien recibido en señal de respeto y libertad.
Vicente Fisac
Número 1.873 (**)
(*) Este es el artículo que molestó a algunos. ¿Serían mudos?: http://palabrasinefables.blogspot.com/2008/03/premio-harpo.html
(**) Si alguien no es capaz de verme como individuo libre y no puede comprender que sea libre en mis opiniones y cree que siempre hay que estar al dictado de alguien, entonces que me marque con este número: 1.873. Ese es mi número de socio del Atlético de Madrid y con él sí que me identifico.
2 comentarios:
Me gusta mucho el bloc, te felicito por la iniciativa.
Como decía mi abuela: "El que se pica, ajos come". Será que a lo mejor has dado en el clavo y eso duele.
Ahora bien: una cosa es que a uno le siente a cuerno quemado una opinión y otra muy distinta, las amenazas, al escritor o a terceros.
Mucho me temo que queda mucho que aprender (a unos más que a otros).
¿Vd. también del Atleti?...
Válgame, San Válgame bendito... Por cierto, jeje, en el descanso, 2-1 al Sevilla.
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