sábado, 15 de marzo de 2008

Fórmula de convivencia


Este fin de semana ha vuelto a hacer acto de presencia la Fórmula 1 y con ella un espectáculo de masas en el que no hay enfrentamientos entre los distintos bandos, entre otras cosas porque la pluralidad es absoluta. Cuando gana una escudería italiana, el himno que suena es el de Finlandia o Brasil, si el himno que suena es el español, quienes se alegran también son los franceses... Pero además, cada año, el trasiego de pilotos de unas escuderías a otras hace que quien dio un año el triunfo a un país, al año siguiente se lo de a otro. Es, en definitiva, un espectáculo de competición en el que todos nos sentimos hermanos aunque cada cual tenga sus preferencias. ¡Ojalá fuera así la política!

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