Asesinato

Tantas muertes en la televisión, en los diarios… no era de extrañar que un niño pudiese hablar sobre muertes violentas… aunque algo más extraño era que un niño escribiese un poema sobre un asesinato… Así reflejé de niño los sentimientos de un asesinato inventado:
 
ASESINATO
 
Un terror infinito
recorre la gran sala.
Entre amargos suspiros
la muerte lleva su alma.
 
¿Por qué Dios ha querido
destrozar la esperanza
de aquél infeliz niño
que ya no tiene nada?
 
“¡Asesinato!” dijo,
y su faz reflejaba
un pánico escondido
que a la luz se asomaba.
 
¿Quién la mató, Dios mío?
¿Qué razones le llevaban?
¿Quién será el asesino
capaz de estrangularla?
 
Las noches pasan muy tristes
junto a la silla querida,
pensando que ya no existe
aquél amor a la vida.
 
Aquél féretro recibe
los frutos de la agonía,
y quizás ya nadie olvide
a esa alma pura y limpia.
 
El criminal ya está cogido,
y en la silla eléctrica matan
a aquél que había perdido
la vida por asesinarla.
 
La justicia ya había cumplido
aquella misión tan amarga.
Pero en su alma queda el vacío
y la amargura queda en su alma.
 

El legado de un poeta desde su niñez hasta su vejez. Pocas veces –por no decir ninguna- se ha podido reunir en un libro todos los poemas de un poeta, incluidos los de su niñez y adolescencia…
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