sábado, 27 de enero de 2024

Ocurrió en los mares del sur

Y siguiendo con esa atracción irresistible que ejercía el mar sobre mí, un niño de 10 u 11 años nacido y criado tierra adentro, he podido rescatar un escrito de aquella época en donde sin duda se ven las influencias que las películas de amor y aventuras ejercían sobre tan fértil imaginación…
 
OCURRIÓ EN LOS MARES DEL SUR
 
Un ave blanca destaca en el claro cielo azul, dejándome una estela de recuerdos en los extensos mares del sur.
 
Mis islas de felicidad en los mares del sur están, donde una nueva vida vislumbré en un rojo horizonte de amanecer. Bellos son mis últimos pensamientos, recordando el día feliz que te conocí.
 
Dos barcos navegan sin rumbo para encontrarse aquí. Dos únicas vidas que se enamoran aquí. Y dos personas que mueren en una isla perdida donde nunca tendrá fin el amor que nos hizo sentir.
 
Estas islas tienen para mí el más grato recuerdo que jamás sentí. Yo deseaba vivir con la naturaleza. En una isla desierta llena de felicidad. Y compré un barco material, en el que seguiré viajando hasta encontrar tu amor sin igual.
 
Tal vez alguien conozca mi historia. Una historia maravillosa, que escribo en este instante con el rojo de mi sangre. Desembarqué en esta isla donde me encontré con una chica preciosa. Los dos nos habíamos desterrado en este mundo bello y sano, viviendo así años felices y románticos en este lugar apartado.
 
Cierto día nos atacó una fiera que la mató a ella. Yo pude matar al león, aunque con un zarpazo que me malhirió. Y aquí están estos dos esqueletos guardando entre sí el mayor secreto de amor.
 
Pero jamás podré olvidar la tormenta que me hizo llegar hasta aquí. Olas enfurecidas como animales en estampida. Viento de alta mar como huracán del desierto. Calmóse la tempestad, tratando de aclarar el rojo horizonte al despertar, mientras contemplaba cómo alguien me dirigía su dulce mirada. Y fue así como nos conocimos.
 
Eran mis últimas horas de vida. No me importaba la muerte. Sabía que en la otra vida viviríamos felices, unidos para siempre. En mi agonía alcé la vista contemplando aquél bello mundo que dejaba. Cuando de pronto, mi vista se detuvo sobre algo. Vi cómo: un ave blanca destaca en el claro cielo azul, dejándome una estela de felices recuerdos en los extensos mares del sur.
 
Un viaje inédito para conocer cómo evoluciona un escritor desde su infancia hasta su juventud…
“Los primeros pasos de un escritor”: https://amzn.to/2OCXtzc

No hay comentarios: