Hace unos años, seis, ocho, más o
menos, la prensa médica estaba en todo su esplendor. Había cuatro importantes
revistas semanales (Jano, El Médico, Siete Días Médicos y Noticias Médicas),
dos periódicos semanales (Gaceta Médica y El Global), un semanario farmacéutico
(Correo Farmacéutico) y uno para los médicos rurales (Correo Médico), y después
estaba la joya de la corona, un diario médico (Diario Médico), el diario que no
solo informaba de toda la actualidad médica sino que además marcaba tendencia y
era objeto de deseo por parte de todos los médicos que ansiaban protagonismo
profesional.
Pero todos esos medios vivían de
los anuncios que ponían los laboratorios farmacéuticos y por eso las continuas
presiones sobre la industria farmacéutica (retraso en la aprobación de nuevos
fármacos, fijación de los precios más bajos de Europa o casi a los nuevos
fármacos, bajadas continuas de precios a todos los fármacos, prioridad para los
genéricos, control del gasto, etc.) hicieron que esta partida fuera una de las
primeras en recortarse e incluso en anularse por completo después.
Así hemos podido ver en estos
últimos años cómo –primero- reducían sus tiradas y –después- Noticias Médicas
perdía su periodicidad para salir sólo cuando tenía anunciantes suficientes
para ese número, Jano pasaba a mensual (medida transitoria simplemente para no
perder los pocos anuncios que tenía contratados con antelación) y se quedaba
sólo con la edición digital, El Médico seguía poco después su ejemplo y sólo
Siete Días Médicos, resistía aunque con menos páginas y menos tirada. Los
semanarios se mantenían a duras penas y con menos tirada, y finalmente “el”
diario médico, ha anunciado que a partir del 15 de octubre sólo saldrá una vez
a la semana, aunque mantendrá su edición diaria digital.
Cuando hace unos años yo
organizaba ruedas de prensa, daba gloria ver la sala llena de periodistas y
luego poder preparar unos clippings
con numerosos recortes de lo aparecido en prensa escrita. También añadíamos al
final un resumen de la repercusión digital, porque la verdad es que a los
médicos y a los directivos de los laboratorios, lo que les gustaba eran las
apariciones “en papel”. A partir de ahora, aquello no volverá a repetirse
porque los pocos medios especializados que acudan a una rueda de prensa serán
digitales; los de papel, cada vez menos y con menos hojas, raramente dedicarán
espacio para informar de actividades de unos laboratorios que ya han dejado de
ser anunciantes y por tanto su sustento principal.
Todos esos médicos cuyo ego se
inflaba como la levadura cada vez que se veían en Diario Médico (el de papel)
van a comprobar cómo desciende espectacularmente la posibilidad de aparecer en
ese “diario” que ya no será diario.
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