Cuando la población de un territorio (sea cual fuere)
reclama la independencia, yo creo que hay que darle la oportunidad a un
referéndum que refrende que efectivamente la mayoría de la población de ese
territorio desea la independencia. Y si esto es así, el Estado del que
dependiesen hasta ese momento debería concederles su ansiada independencia.
Ahora bien, ¿hablamos de independencia o de caradura? Porque
si, por ejemplo, Cataluña reclama la independencia y lo confirmase mediante
referéndum, claro que habría que darle la independencia, pero la independencia
total y que pasase a ser un país soberano e independiente como Portugal, o como
Bélgica, o como Italia, etc. Esto significaría que desde ese mismo momento
dejaría de percibir dinero del Estado al que antes pertenecía y sería
independiente a todos los efectos, incluido, por ejemplo, el fútbol. Esto
quiere decir que si Cataluña apoya mayoritariamente su independencia, a partir
de ese momento deberían dejar de participar sus equipos en la liga de fútbol española;
el Barcelona se enfrentaría en “su” liga al Espanyol, al Sabadell, al Girona, al
Hospitalet, etc. y sólo podría enfrentarse al Real Madrid, al Atlético o al
Sevilla, en el hipotético caso de un emparejamiento en competición europea de
la UEFA.
Por consiguiente, quien quiera la independencia tiene
derecho a ella, pero con todas sus consecuencias, las buenas y las malas. Lo
contrario no es pedir la independencia sino sólo ser un caradura.
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