Susana Martínez-Conde y Stephen Macknik lo han dejado bien
claro: los seres humanos no vemos el mundo como es, sino como creemos que es o
como queremos que sea”.
En su interesante libro “Los engaños de la mente” demuestran
que “no es que sea difícil engañar al cerebro, lo difícil es no engañarlo”. Por
eso titulo este post “Desengáñate, te estás engañando” porque nada de lo que
pienses, nada de lo que creas, nada de lo que “veas”, tiene la garantía de ser
cierto. Todo eso será “tu mundo”, la interpretación que tu mente hace de las
cosas y que no tiene por qué coincidir con la realidad... suponiendo que haya
una realidad única, porque tal vez haya tantas realidades como individuos
existen e incluso tantas realidades como fracciones de segundo vive cada uno de
esos individuos.
Reconoce que estás engañándote a ti mismo... y así, quizás,
puedas estar en lo cierto... ¿o no?
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