¿Qué sientes, di;
ahora
que sin verme ni
tenerme
respiras esta
ausencia?
Un poco de tristeza,
nostalgia
o esperanza, quizás.
¿Cómo yo?
Sería hermoso en este
instante
preparar el camino
nuevo
que se abre
a nosotros,
impacientes,
que no quisimos
esperar;
no quisimos ver morir
unos sueños
ahogados,
apenas nacidos
en un mundo no
nuestro.
¿Qué sientes ahora?
Dímelo sin temor,
sabré entenderte
porque
eres la carne que
me falta,
eres ese espíritu
que ha de apoyarme.
Y así, en esta
ausencia
siento tu vaho
que en vano trata de
llegar
a mis pupilas ciegas
de
no verte.
Es verdad, ambos
sentimos
tristeza, nostalgia y
esperanza
que difícilmente
apuntala,
en la espera, nuestros cuerpos.
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