Cada vez se están popularizando más los eBook readers, o
sea, los lectores de libros digitales, y cada vez más te encuentras con gente
que te muestra orgullosa su nueva adquisición diciéndote cosas como esta:
“tengo más de 3.000 libros almacenados”. Y por la boca muere el pez, que dice
el refrán. Esa es la clave “almacenados”. Por consiguiente estos aparatitos no
deberían llamarse “lectores de libros digitales” sino “almacenes portátiles de
libros digitales”. Es cierto que cada día se ve más gente en el metro o en
cualquier otro lugar leyendo algo en esos aparatitos, pero de ahí a creerse que
se van a leer 3.000 libros... Y eso no es nada, porque los propios anunciantes
dicen de alguno de sus aBooks readers (para animar a los posibles compradores)
que pueden almacenarse hasta 40.000 libros, es decir, habría que leer un libro
diario durante más de 10 años seguidos para poder leérselos todos. Pero el
esnobismo es así y la competición por ver quién tiene más libros almacenados
progresa de forma implacable. “¿Qué tú solo tienes 4.987 libros? Pues yo tengo
más de 25.000” se oye decir a algunos. La pregunta que surge de inmediato ante
tal frase es “¿pero se ha enterado de eso alguna de tus neuronas?”.
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