En un post anterior llamé “sembrador de odio” al anterior
presidente del desGobierno de España, Rodríguez Zapatero. Ahora, la cabeza
visible del socialismo español es Pérez Rubalcaba (aunque no le gusta que le
llamen Pérez -¿qué tendrá contra su padre?-). A este deberíamos llamarle “el
dinamitero”. ¿Razones? Muchas, ya se le han visto. Fue el instigador de los
movimientos del15-M que, como quedó en evidencia más tarde, sólo perseguían
dañar al partido contrario (todas las manifestaciones y actos de protesta las
dirigían en las ciudades gobernadas por el partido contrario y frente a
edificios oficiales e incluso domicilios particulares de dicho partido y sus
dirigentes). Ahora es el instigador de movimientos de protesta contra las
medidas de recorte que está intentando llevar a cabo el partido contrario, que
ahora está en el Gobierno. Se ha demostrado que cabecillas de aquellos
movimientos están infiltrados entre la muchedumbre que acude a las
manifestaciones para generar altercados, difundir fotos falsas e informaciones
falsas en las redes sociales, etc.
Restablecer la normalidad en un país que el PSOE de
Rodríguez Zapatero y Pérez Rubalcaba han abocado a la ruina, va a ser difícil
mientras el opositor Pérez Rubalcaba trate de impedir por todos los medios que
se arregle aquello que él mismo–que entonces tenía responsabilidades de
Gobierno- destrozó. Ahora, en la oposición, lo único que se le ocurre hacer es
dinamitar la convivencia.
2 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, pero además quiero recordarte que ya con Felipe González tuvo mucho que ver con la famosa X del GAL y otros cuantos navajazos a la Democracia y al respeto por los que "no mal pensamos" como él. A propótito, además de llamarlo Pérez Rubalcaba, ¿Te has fijado en lo que se parece a Gargamel?
¿También es el instigador de las acampadas de protesta de Londres, Nueva York y otras muchas ciudades del mundo? Uhm, qué dedos más largos tiene Rubalcaba que abarcan terrenos tan lejanos con, curiosamente,problemas tan parecidos. El sistema, único y global, se está comiendo a sí mismo, y echarle la culpa a un partido político, es más, a un solo hombre, mientras se tilda de "muchedumbre" a las personas que salen a la calle para protestar por un sistema que los ahoga e ignora sus voces, es un discurso de lo más simplista, parcial e ignorante.
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