La relación médico-paciente hace ya mucho tiempo que dejó de ser cosa de dos; ahora es cosa… de tres. Y ese tercer elemento que se ha colado en medio y cada vez tiene más peso es el periodista, los medios de comunicación.
Para el paciente supone acceder a informaciones sobre su salud, sobre las enfermedades, sobre la prevención, sobre los propios médicos…. Esto le permite acudir a la consulta con un mayor grado de conocimiento (aunque también de errores si acudió a fuentes no de fiar, pero esa es otra historia de la que hablaremos otro día). Ese mayor conocimiento se traducirá en un mejor resultado del tratamiento, ya que entenderá mejor las instrucciones que le de el médico y será más consciente de la necesidad de seguir el tratamiento y por tanto podrá obtener un mejor resultado final.
Para el médico, la cosa es diferente. Suelen considerarlos como unos intrusos que se interponen y están cambiando el paciente callado y obediente del pasado por un paciente que les habla de tú a tú. Los consideran molestos porque les quitan tiempo (y si algo les falta a los médicos es, precisamente, tiempo) con preguntas de carácter científico o profesional –cuando no comprometidas- que saben que luego los periodistas no serán capaces de trasladar tal como ellos querían. Y muy pocos, aún, los consideran finalmente como una oportunidad, oportunidad:
Oportunidad para darse a conocer como médicos y/o como expertos en un campo determinado.
Oportunidad para dar a conocer sus aportaciones a la Medicina y/o Profesión.
Oportunidad para tener unos aliados que le permitan “ser escuchado” no sólo cuando le interese al periodista sino también cuando le interese a él.
Por consiguiente, la Comunicación (con mayúscula) debería ser una asignatura básica en Medicina, y el médico debería conocer cómo funcionan los medios y cómo es el trabajo de los periodistas; cómo se debe intervenir en cada medio (TV, Radio, Diarios, Revistas, Nacionales, Locales, Especializados…); cómo intervenir en cada tipo de programa (informativo, debate, magazine…); cómo intervenir según sea en directo o grabado; cómo intervenir en situaciones de crisis y en temas polémicos, etc.
Para los que crean que pueden escapar de los periodistas y que es mejor darles esquinazo o darles un “que conteste otro”, les diría que:
1.- No siempre van a poder escapar del acoso de los periodistas (y además el hecho de escapar ya está dando un titular… muy poco favorable).
2.- Según sea su cargo o su nivel de responsabilidad en un momento determinado, se verá alguna vez en la obligación de dar la cara ante los medios…y siempre es mejor conocer a lo que se enfrenta uno y estar bien preparado.
Así que esta vez, son los médicos los que tienen que seguir un tratamiento y no es otro que el de la formación en Comunicación a mano de los expertos.
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