El Tribunal Constitucional debería llamarse Tribunal de Injusticia. Y no debemos extrañarnos, ya que sus miembros están elegidos por los partidos políticos.
Es evidente que cada partido político elige a los jueces no por su cualificación moral y profesional, sino por sus simpatías y su cercanía con el propio partido.
Por consiguiente, y tras la última decisión que permite a los hombres de paja de los terroristas de ETA presentarse a las elecciones –no sin antes haberse producido todo tipo de presiones a los jueces- está claro que la injusticia está más acorde con sus resoluciones. El Gobierno quería esa decisión final y así ha sido.
Mientras haya jueces “puestos por los partidos políticos” no habrá justicia en España.
PD.- Resulta que para un simple partido de fútbol hay un organismo independiente que designa a los jueces en base a sus merecimientos profesionales y sin ningún sesgo de afinidad por ninguno de los contendientes, y en cambio para cosas mucho más relevantes, los jueces del Tribunal Constitucional están puestos a dedo por los partidos políticos…
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