Según el trabajo de un grupo de investigadores noruegos, publicado en 'Journal of Epidemiology and Community Health', las personas que visitan museos, van al teatro, tocan instrumentos musicales o pintan, tienen mejor salud, disfrutan más de la vida y son menos propensas a sufrir ansiedad o depresión que las personas que no participan en actividades culturales.
Claro que yo me pregunto si no será al revés: las personas que tienen buena salud pueden hacer todo eso y más; por el contrario las que gozan de mala salud se tienen que quedar en casa con sus achaques. ¡Estos noruegos…!
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