jueves, 2 de diciembre de 2010

56.000 suicidios y 3.000 asesinatos cada año en España

Las cifras son escalofriantes, y más aún cuando constatamos que sólo hay un culpable, el máximo “asesino en serie” (“serial killer”) de la historia: el tabaco; el cual actúa con la mayor impunidad, a la luz del día, en presencia de todos, con el silencio y la complicidad de casi todos.

Cada año se suicidan con el tabaco en España 56.000 personas. Lo que podría parecer una “muerte dulce” no lo es tanto, ya que se infringen una agonía de años, una muerte lenta que les va minando la salud poco a poco, que les resta capacidad pulmonar y hace que cada vez se cansen más al realizar cualquier ejercicio (ya sea subir unas escaleras o simplemente echar una carrera para coger el autobús). Han elegido un suicidio lento y angustioso (¿o no es angustioso ver cómo les falta el aire y no pueden llenar plácidamente de aire sus pulmones?). Y además es insolidario, porque las consecuencias de su lento suicidio las pagamos todos los ciudadanos vía impuestos para que el Sistema sanitario les atienda.

Con todo, esto no es lo peor. Lo peor son esos 3.000 asesinatos que se cometen cada año. Tres mil personas que mueren a causa del tabaco simplemente porque les han obligado a fumar en contra de su voluntad. Me refiero a esos trabajadores de hostelería, centros de ocio, etc. que para poder ganarse un sueldo tienen que estar todo el día respirando el humo de los demás. Me refiero a esos familiares que tienen que convivir en unas casas donde otros miembros de la familia, fumadores, les obligan a respirar continuamente ese humo que exhalan. Me refiero a esos niños que viajan con sus padres en el coche mientras estos fuman en tan pequeño habitáculo, obligándoles a respirar ese humo, al igual que tienen que hacer en su casa hasta que consigan independizarse y vivir por su cuenta, pero llevándose de sus padres una marca indeleble en sus pulmones.

¿Hay algo más insolidario y terrible que obligar a otras personas, en contra de su voluntad, a envenenarse lentamente? Malo es que la gente se suicide, pero peor es que asesinen. A las cosas hay que llamarlas por su nombre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues mi profesor de filosofia, pues dice, pues que es probable, pues que te hayas fumado algo. Pues adios.

Palabras inefables dijo...

Todas las opiniones (las propias y las ajenas) son discutibles, pero las cifras y los estudios científicos serios están ahí. Sin tabaco el cáncer sería una "enfermedad rara" y la EPOC otro tanto.