Libros (sagas de la novela romántica, aventuras de Los Cinco, novelas deTerry Pratcher...); manualidades (punto de cruz, el barco Bismarck, diligencia del Oeste, casa rústica mediterránea...); soldaditos de plomo (superhéroes, soldados del siglo XX...), juegos (Pokemon, Dragon ball, juego de niñas Tarta de Fresa...); juguetes de colección (coches del rally de Montecarlo, naves de la Guerra de las Galaxias, trenes de Renfe...); películas (Cantinflas, el equipo A...); música (lo mejor de Plácido Domingo...); idiomas (inglés, francés, alemán, italiano...); colecciones de serie (relojes de bolsillo, abanicos, rosarios...)
La lista de todo aquello que se puede coleccionar por fascículos se hace cada septiembre más interminable y la imaginación de quienes ponen en marcha las mismas parece inagotable, aunque no parecen tener en cuenta el reducido espacio de un kiosco de prensa. ¿De verdad alguien se cree que caben todas esas colecciones en un kiosco?
1 comentario:
Uyyy, si te contara cuantos primeros fascículos me he comprado a lo largo de mi vida y que pocas, o ninguna, colección he terminado...
Raquel
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