viernes, 19 de octubre de 2012

Guía para hacer discursos


Normalmente los oradores no saben medir el tiempo que tienen asignado para su intervención y se extienden más allá de lo razonable, lo que ocasiona que el moderador le tenga que advertir, que el orador tenga que correr o suprimir algo de lo que tenía pensado (con frecuencia lo más importante), que el exceso de tiempo obligue a retrasar todo el programa, que el exceso de tiempo suprima o reduzca al mínimo el tiempo dedicado a preguntas de los asistentes o al coloquio, que los espectadores se sientan defraudados...

Todo esto se solucionaría si el orador hubiese escrito su discurso siguiendo esta sencilla regla y ajustado la extensión del mismo al tiempo que tuviera asignado:

150 palabras escritas equivalen a 1 minuto hablado, aproximadamente.

No hay comentarios: