Las vacunas tienen riesgos, claro que sí; como todos los
medicamentos. No hay un solo medicamento que no tenga efectos secundarios o
riesgos. Lo que pasa es que a la hora de utilizarlos hay que valorar el balance
beneficio/riesgo y si los beneficios que se van a obtener con ellos son muy superiores
a esos posibles riesgos, entonces es cuando deben usarse, previa explicación
clara por parte del médico a esos pacientes.
Los “antivacunas” las presentan como un veneno, como algo
que hay que evitar, y parecen tener mucho eco sus “argumentos” entre la
población y ciertos medios de comunicación. Pero los beneficios de las vacunas
son muy superiores a sus riesgos y son muchos millones de vidas los que salvan.
Si quieres conocer cómo se desmontan, con argumentos científicos, loa “argumentos”
de los “antivacunas”, aquí tienes este enlace:
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