Un tercio de las muertes laborales se producen por
accidentes cardiovasculares, por lo que tener un desfibrilador a mano en el
centro de trabajo puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.
Los datos del “Informe de
Siniestralidad Laboral” elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo, no dejan lugar a dudas.
De esto se habla en la edición de hoy de “AZprensa”:
No hay comentarios:
Publicar un comentario