La mejor procesión de Semana Santa es la de Nuestro Padre
Jesús Nazareno, más popularmente conocida como la de los “Moraos”, que se
celebra cada Viernes Santo en Daimiel (Ciudad Real).
Estoy seguro que cualquiera que lea esto me dirá que estoy
equivocado, que las mejores procesiones son las de Sevilla o las de Valladolid
o... las de su ciudad o pueblo. Sin embargo quiero aportar unos datos que
apoyan mi criterio:
LOS PASOS.- La procesión de los “Moraos” es una (¿o quizás
la que más?) de las que más pasos tiene: ocho. Dichos pasos siguen
cronológicamente la Pasión; así vemos desde el arranque de la misma con la
imagen del Niños Jesús, una interminable sucesión de estremecedores y
bellísimos pasos: la coronación de espinas, Jesús ante Pilatos, Jesús ayudado
por el cirineo, Jesús consolando a las mujeres de Jerusalén, Verónica, Jesús
Nazareno y la Virgen del primer dolor.
LA HORA.- Todas las procesiones de España tienen una hora
concreta para su inicio; sin embargo la de los “Moraos” no tiene hora fija
sino que su comienzo viene marcado no por los hombres, sino por el cielo: el
primer rayo de luz que anuncia el día es el que da la salida a la misma. De
esta forma la procesión comienza de noche y en el transcurso de la misma (más
de cuatro horas desde que sale el primer paso hasta que se retira el último)
vemos cómo poco a poco se va haciendo de día.
LOS ENCUENTROS.- Se ha hecho popular en muchas procesiones
de distintos lugares de España el encuentro entre dos pasos, normalmente el de
Jesús con la Virgen; sin embargo en esta procesión no hay un encuentro sino
dos, primero el de Jesús con la Virgen y después el de Jesús con Verónica. Esto
significa, además, que su recorrido no nace de un mismo lugar sino de varios
que –como los afluentes- se van añadiendo al río principal aumentando la
majestuosidad del cauce.
LOS NAZARENOS.- Esta cofradía, fundada en 1.598 (es también
una de las más antiguas), cuenta en la actualidad con 4.911 hermanos. Si
tenemos en cuenta que la población de la ciudad de Daimiel está en torno a los
19.000 habitantes, esto significa el 25 por ciento de la población.
LA MÚSICA.- La música y la religiosidad están íntimamente
ligadas y por ello no podía faltar en este caso una muestra de ello; y tanto
que es así: cada año acompañan a esta enorme procesión seis o siete bandas de
música que interpretan un variado repertorio en el que se incluye una
composición de un autor local.
LOS ESPECTADORES.- Ver una procesión importante en cualquier
lugar de España significa acudir con mucho tiempo de antelación para coger buen
sitio y si no, estar apretujado en una multitud a muchos metros de distancia del
lugar por donde pasa. En Daimiel es tan largo el recorrido que salvo en algunos
lugares puntuales puede verse tranquilamente en primera fila ya que no hay
siquiera una segunda fila.
Y podría seguir añadiendo muchas cosas más, por ejemplo: desfilan
penitentes arrastrando cadenas y cruces pero lejos de los espectáculos de
sangre y tortura que se aprecian en otros muchos lugares; cada nazareno desfila
cargando su cruz en una muestra de simbolismo realmente impactante; hay
nazarenos de todas las edades, incluso niños con chupete que van vestidos de
nazarenos en brazos de sus padres.
Pero lo mejor que podéis hacer es acudir un Viernes Santo a
Daimiel y comprobarlo por vosotros mismos. Este humilde video de aficionado que
acompaño, tan solo puede dar una ligera idea, muy lejos de lo que se ve y se
siente cuando se está inmerso en ella bien sea como espectador o como nazareno.
Aquí tienes una muestra: https://www.youtube.com/watch?v=22a8QMoa5Dc
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