Al hilo de la actualidad voy y me digo: “¿Y si le digo a
Rodrigo que me dedique un Rato?”. Y voy y se lo digo y él, me responde al Rato:
“Pues vamos, pero sólo un Rato”. Así que comienzo mi entrevista, al Rato:
Palabras inefables.- Esto no lo digo yo, lo dice el
diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE): “Rato viene de rata”. ¿Qué
le parece esta afirmación?
Rodrigo Rato.- Que eso me exculpa totalmente ya que se trata
de algo genético de lo cual no soy responsable. Y además Rato es el macho de la
rata, o sea, que soy muy macho y puedo roer todo lo que me echen.
PI.- Pero la RAE también dice que Rato es un espacio de
tiempo generalmente corto...
RR.- Y aciertan nuevamente, porque corta va a ser la condena
que me pongan, si es que me ponen alguna.
PI.- ¿Cada cuanto tiempo se llevaba dinero a Suiza y a otros
paraísos fiscales?
RR.- A cada Rato.
PI.- ¿Y una vez que había trincado algo, cuándo volvía a
trincar más?
RR.- Al poco Rato.
PI.- ¿Le llevaba mucho tiempo su trabajo como defraudador?
RR.- Un buen Rato.
PI.- ¿Por qué implicó a su familia en estos trapicheos?
RR.- Para pasar el Rato.
PI.- ¿Y cómo lo pasaba?
RR.- De Rato en Rato.
PI.- ¿No pensaba que lo pillarían?
RR.- A Ratos perdidos.
PI.- ¿Va a dar mucho que hablar este proceso?
RR.- Mucho Rato.
PI.- ¿Cómo lo vive?
RR.- Un mal Rato.
PI.- ¿Qué le ha parecido esta entrevista?
RR.- Un largo Rato.
Pues sin nada más que decir, y una vez revisadas todas las acepciones de Rato según la RAE, nos despedimos de Rodrigo hasta
otro Rato.
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