Hace cuatro años los tres principales bancos de Islandia
quebraron, la economía se desplomó un 10%, la deuda externa se disparó, la
corona islandesa se devaluó más del 100%, y miles de islandeses perdieron una
buena parte de su dinero... el país estuvo a punto de caer en bancarrota. Los
políticos y banqueros del país fueron juzgado y condenados y se convocaron unas
elecciones que ganó Jóhanna Sigurdardóttir.
Ahora, cuatro años después, se celebran unas nuevas
elecciones. ¿Con qué balance deja el Gobierno la actual presidenta que, con 71
años ya no se ha presentado a la reelección? Veamos: desde entonces el paro ha
bajado del 9,5% al 4,5%; la inflación, del 20% al 5%, el déficit estatal, de
216.000 millones de coronas a 3.000 millones... Y no fue preciso hacer recortes
drásticos en el estado del bienestar, sino simplemente poner las cosas en orden
y aplicar sentido común.
Pero, curiosamente, el partido de Sigurdardóttir no ha
ganado estas elecciones sino que ha caído drásticamente. ¿Motivos? El principal
es que apoyan la idea de unirse a la Unión Europea y está claro que los islandeses
viven muy bien sin depender de lo que le ordenen hacer los otros socios
europeos.
PD1.- Cualquier parecido con España es pura coincidencia.
PD2.- En la imagen, la sede del Parlamento en Reykjavik, rodeada de flores en vez de vallas (fotografía realizada por el autor de este blog).
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