martes, 15 de mayo de 2012

Ornitología inefable


Cuando yo era joven creía que la ornitología era la ciencia que estudiaba a los ornitorrincos. Años más tarde me dio por el ocultismo (me gustaba esconder todas las cosas) y pensé que en realidad esa palabra no llevaba acento y por consiguiente se trataba de “ornito-logia”, es decir, los ornitorrincos eran unos masones y aquella palabra se refería al lugar donde celebraban sus reuniones. Finalmente comprendí que los ornitorrincos sólo tenían un 33% de ave (como los cubitos de caldo de pollo) y que la ornitología era la ciencia que estudiaba a los pájaros... pero ¿qué clase de pájaros? ¿Los de buen Agüero que alegran la vida a los jugadores y seguidores del Manchester City -¡enhorabuena, campeones!-? ¿Los pájaros de cuenta? ¿Las pájaras de los ciclistas? ¿Las pajaritas corbateras? ¿Los pajaritos de María Jesús la del acordeón? Realmente prometía ser una ciencia muy amplia, tan amplia que me sumergí en sus profundidades y aprendí mucho sobre unos pájaros muy especiales: los buitres. Estos angelitos, que al menor descuido te acribillan a balazos (ver “El dulce gorjeo del buitre en celo”) tienen una extraña querencia por La Mancha y así lo puedo constatar ya que he visto cómo varios buitres están agitando sus alas para echarse a volar en breve rumbo a La Mancha. Estaré muy atento para deciros hacia dónde van, aunque creo adivinarlo, ya que entre sus preferencias culinarias se encuentra la pizza y desde Tomelloso se eleva a los cielos un atrayente olor a pizza y rica comida italiana... Estos buitres...

PD.- La preciosa fotografía que ilustra esta noticia fue tomada por mi amigo Luis Domingo... un sábado.

1 comentario:

Ana dijo...

Empieza la cuenta atrás, el día de San Isidro, y aunque el sábado no libro volando allí llegaré si es que el buitre no me ve.