viernes, 11 de mayo de 2012

Un café en el Titanic


Esta taza que veis es una fiel reproducción de las tazas de café que se servían a los pasajeros de primera en el Titanic. Ahora está en mi poder y cada vez que la miro me llegan las palabras, las risas, los llantos, los gritos, la angustia, la alegría, la resignación en definitiva de que todos debemos aceptar nuestro destino. Si el buque más impresionante de todas las épocas fue derribado por un simple trozo de hielo, no esperemos que nosotros vayamos a ser más fuertes que él. Cualquier día seguiremos su destino; por eso solo queda saborear lo que ahora tenemos a nuestro alcance y compartir lo mejor de nosotros con nuestros seres queridos.

Y hasta aquí han llegado mis reflexiones sobre el Titanic y el mundo actual. Espero que las hayáis disfrutado.

1 comentario:

Ana dijo...

En lo único que discrepo es en calificar ese gran iceberb como simple trozo de hielo...que disfrutes de un buen café en esa taza de lujo.