Es posible que al leer el titular de este comentario hayas
pensado que me he equivocado y que en realidad quería escribir “el mono
desciende del árbol”, sin duda para contar alguna travesura o cosa curiosa que
hubiese hecho algún mono ya que, como todo el mundo sabe, a los monos les gusta
estar en los árboles y de vez en cuando descienden por diversos motivos. Pues
no, no me he equivocado; el titular está bien escrito y puedo certificar este sensacional
descubrimiento antropológico: “el árbol desciende del mono”.
Desde que Darwin formuló su famosa teoría de la evolución de
las especies, una amplia mayoría de la humanidad ha creído que el hombre (si el
que me lee es socialista, le diré que también me refiero a las mujeres) desciende
del mono. Sin embargo, y según podéis ver en la prueba gráfica que adjunto a
este post, el árbol también desciende del mono. No hay más que ver esta imagen
para comprobar el tremendo parecido entre este árbol y un mono; en realidad
árbol y mono son una misma cosa y por ello, se puede decir con toda propiedad
que este árbol es muy mono.
Puestas así las cosas, si del mono descendemos tanto los
hombres (bueno, y también las mujeres) como los árboles, eso quiere decir que
árboles y seres humanos somos hermanos; de ahí que esa popular expresión de
saludo “passa contigo tronco” debe considerarse totalmente académica e ingresar
como tal en el Real Diccionario de la Lengua Española.
“El dulce gorjeo del buitre en celo”, una novela escrito bajo la técnica de “cadáver exquisito” en donde el humor alcanza el estado de gracia.
https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo
1 comentario:
Un tronco amonado!
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