Lo
positivo atrae lo positivo y lo negativo atrae lo negativo. Una actitud
positiva y optimista ante la vida atraerá hacia ti cosas positivas; por el
contrario una actitud negativa sólo te reportará desgracias.
Tras
su experiencia de muerte, Mellen-Thomas declaró: “Ten cuidado con cuál es tu
visión del mundo. Ello puede volver a ti, especialmente si es una visión
negativa del mundo”. Y reconoce que él “tenía una visión seriamente negativa.
Eso es lo que me llevó a la muerte” y añade que “percibía a todos los humanos
como cáncer y eso es lo que tuve. Eso es lo que me mató”.
No
hay que ser tan simplista como para pensar que si eres optimista todo te saldrá
bien y si eres pesimista, todo te saldrá mal; lo que sí es cierto, demostrado y
demostrable, es que con una visión positiva hay más probabilidades de que las
cosas salgan bien, y viceversa. Hablamos, pues, de “mayores posibilidades”.
Pero
aún hay más: ya no vamos a hablar de “posibilidades” sino de “certezas” de un
“cien por cien”. No hace falta ser muy listo para darse cuenta que aquellas
personas con una visión negativa se sienten peor anímicamente que aquellas que
tienen una visión positiva. Cien por cien. Ante tal certeza ¿qué vas a hacer?
¿Vas a seguir lamentándote sin hacer nada, o vas a buscar el lado positivo y a
esforzarte por acomodar las cosas a tu gusto? Las personas que tienen una
actitud positiva ante la vida se sienten mejor anímicamente. Cien por cien.
Si estás viendo esto, no es por casualidad.
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