Cuando
en su experiencia cercana a la muerte tuvo ocasión de preguntar aquellas
preguntas que el ser humano se ha preguntado desde el comienzo de los tiempos,
Mellen-Thomas reconoce que no sabe cuánto tiempo (en nuestra forma habitual de
medir el tiempo) pasó, pero que de alguna manera todas sus preguntas habían
sido contestadas. He aquí algunas de sus frases más significativas, esas que
responden a lo que todos hemos querido saber:
“La
Luz me explicó que la muerte no existe; somos seres inmortales. ¡Nosotros ya
hemos estado vivos desde siempre!... Me di cuenta que formamos parte de un
sistema vivo natural que se recicla interminablemente… Cada humano tiene una
vida y un conjunto diferente de preguntas que explorar. Algunas de nuestras
preguntas son universales, pero cada uno de nosotros está explorando esta cosa
que llamamos vida de un modo propio y único… Y eso es muy importante para el
resto de nosotros en este universo. Porque todo contribuye al Gran Retrato, la plenitud
de la Vida. Somos literalmente ‘Dios’ explorando el Ser de ‘Dios’ en una
infinita danza de vida… Tu singularidad realza toda la Vida”.
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