Hoy
vamos a hablar de un retrato sociológico y humano de las generaciones que
vivieron los duros años de la postguerra española. El libro “No puse nombre a
mi primer amor” está lleno de personajes, situaciones y anécdotas propuestas
como excusa para hacernos recalar en un mismo puerto: el de las emociones y
sentimientos que, en la infancia y adolescencia, son tan comunes a cualquier
generación de cualquier país. El lector se verá implicado en un mundo que forma
parte de la historia menuda: la de los ciudadanos-transeúntes-que nunca aparece
en los libros de cantos dorados de la Historia, pero son siempre los primeros
llamados a filas.
Con
una considerable carga poética y sensibilidad, apunta reflexiones a modo de
ensayo, plantea preguntas, se identifica reivindicando una narrativa más
comprometida socialmente; es de esos libros que te absorben desde la primera
página y no quieres que se acaben, aunque puedan dejar una herida abierta en tu
propia visión de la realidad.
Su
autor, Pedro Díaz Cepero, ha desarrollado su trayectoria profesional en el
mundo de la Publicidad, tras haber pasado por la Escuela Oficial de Publicidad
y además, el hecho de haber estudiado Sociología, le ha dejado una impronta
permanente en el análisis de la realidad social.
Más
información sobre este libro, en el siguiente enlace:
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