Después de medio siglo has vuelto a
sonreírme.
El sueño estaba dormido y tu luz lo ha
despertado.
Y es que ha pasado tanto...
que si busco en mis recuerdos
mi cuaderno está repleto
de mil páginas en blanco.
Fuimos cómplices y amigos,
disfrutamos de la vida
y rompimos la rutina en cien pedazos,
que tus manos y las mías,
descorrieron la cortina
del futuro que buscábamos
sin saber que cada uno seguiría...
el camino del olvido del pasado.
Pero has vuelto aquí, hoy, a golpear mi
puerta
y tu llamada ha resonado en mi interior, sí,
te he escuchado.
(A pesar de la ceniza y del polvo de los años
aún está vivo en mi interior
el rescoldo de ilusión como era antaño).
Tú y yo hemos cambiado el exterior,
mas el brillo que aún palpita en tu mirada
me dice que hay vida en tu interior,
alegría y energía que contagias,
aunque sólo sea la ilusión
de querer ver en otros ojos,
la juventud eterna que soñábamos
y que hace ya mucho tiempo
se
quedó olvidada en un armario.
Poesía: Vicente Fisac
Ilustración: Raquel Godoy
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