Hay que ver lo que es el subconsciente. Acababa de ver la portada de una revista en la que aparecía Urdangarín. Poco después me metía en una página de noticias de Internet y aparecía un titular que decía “El último mangante”. ¡Otra noticia más de Urdangarín! ¿Es que no saben hablar de otra cosa? Pero no, había sido un engaño de los sentidos. Lo que el titular decía era “El último magnate” y, por supuesto, no tenía nada que ver con Urdangarín.
O quizás sí tuviera que ver con él y con tantos otros como él, porque se empieza como “mangante” y se acaba como “magnate”. Total, sólo hay que quitarle una “n” a la palabra y cambiar dos letras de sitio.
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