domingo, 21 de agosto de 2011

Tus ojos se han llenado de soles

Has mirado extasiada cómo el aire exhala sus últimas llamaradas. Y has tenido miedo al no sentir cerca esas rejas protectoras de ti misma. Tus ojos grandes, poco a poco, se han ido llenando de soles a lo lejos. Y has tenido miedo de no ser tú; de estar soñando con mis rezos. Has sonreído al ver las riberas níveas del suelo que ayer te parecía pardo. Y al ver dos piedras, una redonda, abierta a la luz, y otra oscura, vaga y amorfa, has dicho: “Esa soy; aquella fui”. Y el viento de la noche ha abrigado nuestros cuerpos, y anidándote como en invierno, has comprendido el por qué del reír... y de los sueños.

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